Se trata de una edificación nueva destinada a uso hotelero, cuya implantación recuerda a formas tradicionales de construir en esta zona vinculadas al mar. El resultado es una configuración rectangular que se vuelca a un patio interior, un recinto protegido frente al viento y al ruido exterior. Sigue la forma de la parcela, dónde los lados largos, de dos plantas, son los cuerpos de habitaciones y los cortos, sólo construidos en planta baja, son la recepción y el salón social. En dos de sus esquinas opuestas se sitúan dos escaleras, integrando en la más próxima a la recepción un ascensor. Dispone también de un sótano donde se sitúan espacios de servicio y almacén. Cuenta con dos accesos, uno peatonal y rodado desde la carretera AC-445 y otro peatonal desde Playa Langosteira.